Cuántas veces planificamos el futuro, la profesión, los viajes... Y cuántas más la vida nos sorprende. Como si por más que nos empeñásemos en seguir la partitura, el corazón nos pidiese dar un salto de compás.
Por un azar que no hace falta entender, ciertas personas, ciertos lugares y ciertos momentos hacen que demos ese salto sin darnos cuenta. Entonces, en un instante todo se transforma en algo único, irrepetible y difícil de transmitir. El albergue Llanes Playa de Poo, en la jam session de cada primer sábado de mes, es uno de esos lugares. Improvisar es más que tocar sin partituras.
L.S.
martes, 6 de abril de 2010
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