Empecé sólo en Irún hace 17 días. Pero el Camino ha llenado mi vida de experiencias y compañeros. Las personas que he conocido son maravillosas y los paisajes que he contemplado, espectaculares.
Hoy estoy aqui solo, porque perdi de vista a una Alemana en su día 90 de camino y a un Húngaro fantástico. Esperaba encontrarlos aquí, pero creo que se despistaron.
Acariciando cada día de esta hermosa forma de vida. Avanzando lentamente, pero con seguridad hacia mi destino.
Ya se lo que quiero, el camino es un regalo que nos acerca a nosotros mismos.
Saludos!!!
Santi.
domingo, 5 de octubre de 2008
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